La muestra está en el tercer piso del Pazo da Cultura

El 3º piso del Pazo da Cultura acoge hasta el domingo 5 de junio verdaderas joyas del traje tradicional gallego en una muestra monográfica. De Malpica o Coristanco, hasta Vilalba, Melide o Muros: un total de 20 piezas antiguas o reproducciones fidedignas conforman la exposición "El traje del país. Poniendo en valor nuestro traje tradicional". Las ropas forman parte de la colección personal del ferrolano Alberto Golpe Beceiro con algunas piezas de la colección de Antón Méndez Gándar, incluyendo complementos del vestir y joyería.

El propio Golpe explica que creó la colección con muchas dificultades, con piezas conseguidas de casualidad en el rastro de Madrid; con otras rescatadas de algunas casas en las que los dueños las iban a deshacer o tirarlas; y con otras muchas reproducidas a través de cuadros de autores como Fernando Álvarez de Sotomayor. Golpe defiende la importancia de rescatar estas piezas y de dar a conocer la enorme riqueza de formas, colores y paños del traje gallego, unificado hoy en día en parte por la aparición de nuevos tejidos de confección industrial. De hecho, Golpe precisa que el "traje antiguo" es aquel anterior a 1900. La muestra se centra en aquellas ropas de los siglos XVIII y XIX.

La muestra defiende el traje como objeto histórico

La colección permite hacer un recorrido por Galicia a través de la indumentaria tradicional, observando tejidos que en la actualidad ya no se fabrican, piezas de joyería que ponen de manifiesto el buen hacer de los orfebres gallegos, mantones y paños de cabeza que ya no se encuentran, etc. La exposición pone en valor nuestra indumentaria, tratando el traje tradicional como objeto histórico que debe ser estudiado y preservado como parte fundamental de nuestra cultura.

La muestra se complementa con un vídeo en el que se explican los secretos de los trajes, como por ejemplo los refajos o las enaguas

De hecho, el propio Golpe realizó una labor de investigación que se plasma en un breve vídeo de cinco minutos que se puede ver en la propia muestra, y en el que se muestran algunos de los secretos que no desvelan los maniquís, como los refajos o las enaguas. Las mujeres podían llegar a llevar hasta siete faldas, tratando de mantener una estética en la que querían parecer muy delgadas de cintura para arriba y dejar todo el volumen para la parte de abajo. Además, el mismo Golpe comenta que, en aquella época, las mujeres querían tener siempre la piel blanca, por eso los trajes llevan piezas que cubren el cuerpo por completo, incluso en verano.

La exposición puede visitarse hasta el 5 de junio de lunes a domingo de 17.30 a 20.30 horas en el 3º piso del Pazo da Cultura.