No sabemos si en los fondos de la laguna de Baldaio estará asentada la Atlántica, esa mítica ciudad sumergida en el océano, como ideó la rica imaginación del pintor y escritor Urbano Lugrís. Lo que es cierto es que los vestigios más antiguos de los primeros hombres y mujeres que habitaron en el municipio, datados en el Paleolítico, se encontraron enterrados en la zona de Baldaio.

En Noicela, a nueve metros sobre el nivel del mar, se descubrió un bifaz (piedra tallada de dos caras) de cuarzo del período Acheulense, en el Paleolítico Inferior. La Acheulense fue, de hecho, la primera cultura lítica que empleó bifaces, que eran utilizados en herramientas como las hachas de mano o las cuchillas.

Los más antiguos de estos utensilios prehistóricos encontrados en el municipio datan aproximadamente del 120.000 antes de Cristo. Es el caso de la pieza que podemos ver en esta fotografía, hecha sobre una lasca de cuarcita gris, que se encuentra ahora en el Museo Arqueológico de Santo Antón, en A Coruña, al igual que otras herramientas prehistóricas que fueron localizadas en nuestra zona.

Estos rudimentarios instrumentos, tallados rústicamente en la piedra, dan cuenta de una época, el Paleolítico, en Galicia poco estudiada. Nuestros suelos son ácidos y húmedos, lo que hace difícil la conservación de restos orgánicos. Piezas como las que guarda el Museo Arqueológico de Santo Antón ayudan a abrir luces sobre nuestro pasado.