Carballo es un pueblo que fácilmente se puede recorrer a pie. Esa es, de hecho, una de las muchas ventajas de ser una pequeña ciudad, o un pueblo grande.  Sigue siendo manejable para caminar. Es posible hacer las compras, desplazarse de un barrio a otro, o ir al centro médico o a la escuela sin necesidad de coger el coche.  Y eso, fomentar la movilidad peatonal, es lo que pretende Metrominuto, una iniciativa protagonizada por una veintena de carteles, similares a los del metro, con planos lineales, que serán colocados en el núcleo urbano, y en los que se indicarán las distancias y el tiempo aproximado de recorrido a pie entre distintos puntos de interés del pueblo. Los dos primeros, junto a dos de los principales colegios carballeses, los  CEIP Fogar y Bergantiños, han sido ya instalados con motivo de la celebración de las Jornadas de Movilidad y de Autonomia Infantil que tuvieron lugar entre el  1 y el 7 de octubre.

El mapa tiene como centro la lraza de Galicia y, desde allí, indica las distancias aproximadas a colegios e institutos, el Fórum, la casa consistorial, la biblioteca, el centro médico y las principales calles.

La idea surgió en Pontevedra, hace unos cuatro años, y desde allí se exportó a grandes ciudades como Londres o Florencia. El proyecto pontevedrés fue tan bien acogido que incluso mereció el premio  europeo de movilidad, el Intermodes. Ahora está siendo trasladado a la capital bergantiñana, como uno de los varios esfuerzos que se están llevando a cabo para humanizar el pueblo Por varias de sus arterias más céntricas hoy en día es posible caminar sin tráfico de por medio. Tal es el caso de la Rúa Coruña, en la que los coches fueron sustituidos por las terracitas de los cafés, l@s niñ@s jugando y l@s mayores conversando con toda la calma del mundo en este que ya es uno de los principales puntos de encuentro de la villa.