"Cultivando en pacas de paja trabajas menos"
José Caneda, monitor de la Escuela de la Hierba en el Huerto Infantil Ecológico de Carballo
Entrar en el Huerto Infantil Ecológico del Ayuntamiento de Carballo conforta. Nada mejor para levantar la moral. La alegría y la ilusión de l@s niñ@s es contagiosa. En seguida rodean a la periodista porque quieren salir en la entrevista. Pero el prota, en esta ocasión, va a ser otro, José Caneda, uno de sus monitores, que nos habla de una innovadora experiencias que están llevando a cabo en el huerto: el cultivo en pacas de paja. Nos lo explica al detalle.. Así que, si quieres probar, lee…
-¿Cómo es que os animasteis a cultivar en pacas de paja?
-Lo hicimos por dos razones. Por una parte para probar, para aprender nosotros con los niños. Todos los días, de hecho, aprendemos con ellos. Y por otra parte, es más inmediato porque no dependes del terreno ni tienes que hacer labores previas para prepararlo. La paja, desde un punto de vista didáctico, tiene la ventaja de que los pequeños muy pronto ven como las cosas van creciendo y el trabajo de implantación es mínimo. Por eso se usa para la gente que no tiene tierra. El cultivo en paja lo puedes hacer en una terraza. Hace semana y media sólo estaban las pacas y ahora ya ves mogollón de cosas creciendo.
-En la paja, ¿los cultivos crecen antes que en la tierra?
-Según los defensores de este sistema, sí. Lo que pasa es que la paja tiene una duración más corta. Dura dos ciclos de cultivo y después va desapareciendo. En realidad, este sistema es semejante al de un compostero. Cuando haces un compostaje, en la parte más interna del mismo se produce una fermentación. Hay un proceso de mineralizando que es lo que hace que las plantas puedan alimentarse. Pues con las pacas de paja hacemos el mismo proceso. En el interior de las pajas echas agua y abono orgánico y se inicia un proceso de compostaje.
Judías plantadas en pacas de paja
-¿Cómo se prepara la paja?
-Es muy sencillo. Colocas las pacas de paja, echas agua, riegas y abonas, de manera regular, echando en distintos días agua y un poco de abono. Son alrededor de doce días, aunque depende. Cuanto más calor, más pronto se hace la fermentación. Es como un compostero. No es lo mismo hacerlo en invierno que en verano. Como en junio no hacía mucho calor, en lugar de doce días, dejamos quince días de preparación. Y aparentemente va bien. Los primeros días se echa más abono y después se va espaciando.
-¿En qué os habéis inspirado para poner en práctica este sistema?
-Nosotros seguimos la metodología de un autor americano que se inspiró en su abuela, que tenía huerta y había trabajado la tierra toda la vida. Él fue, en su momento, un renegado del campo y marchó a la ciudad, pero después le entró la morriña por la huerta. Buscó un sistema que fuera más ágil, y lo intentó con la paja. Hace poco, supe que una señora de Entrecruces que había plantado patatas en la paja y que le habían salido estupendas.
-¿Y qué habéis plantado aquí, en el huerto ecológico, en las pacas?
-Aquí plantamos lechuga de varios tipos, escarola, mitsuna, repollo, calabaza, albahaca, caléndula, acelgas y judías.
-Alguna de estas plantas son utilizadas de repelente, ¿verdad?
-En principio, las que pusimos con ese objeto son las caléndulas y la albahaca. La albahaca tiene un aroma intenso, muy fuerte, lo que parece que está relacionado con unos elementos químicos que le desagradan a los pulgones, que es una de las amenazas que tenemos en la finca. Y la caléndula tiene una función insectífuga, repelente de insectos. No es insecticida, no los mata, sólo marca una barrera y hace que los insectos no se acerquen.
-Pero en el huerto hay otras plantas que nacen de manera natural, sin que vosotros las cultivéis…
-No sabemos lo que tenemos. Lo que calificamos de malas hierbas, que efectivamente son malas hierbas, porque no están en el sitio ni en el momento adecuado, en muchas casos son medicinales y cumplen una función dentro de la huerta, en relación con las otras plantas. En los extremos del invernadero han nacido plantas que, en su mayoría, tienen uso medicinal. Tenemos, por ejemplo, diente de león, que es una de las plantas medicinales con más aplicaciones
-¿Lo que practicáis con las pacas de pajas se puede decir que es permacultura?
- En un sentido puede que sí. Intentamos no ser agresivos con el entorno. Y por otra parte, la paja te libera de algunas labores, es decir, que trabajas menos. Tienes que estar pendiente al principio de ir echando agua y abono en los días correspondientes. Pero una vez hecho eso tienes que regar menos, hay menos malas hierbas, no tienes que arar, es más alto, de modo que para todo el mundo es más cómodo y para los chavales es ideal.
-¿Para la gente mayor también?
-También, y para gente con discapacidad. Las pacas se apilan y podemos jugar con las alturas. Para la gente en silla de ruedas va muy bien.
-¿Qué otras ventajas tiene la paja?
- Es un regulador térmico, mantiene mejor la humedad, tienes que regar menos, gastas menos agua, es menos trabajo, no tienes que arar, evita el nacimiento de adventicias (es decir, que salen menos malas hierbas) y en cierto modo es un sustrato más higiénico, más limpio. Y es posible que haya algunos hongos a los que les resulte más difícil a supervivencia porque no está en contacto directamente con la tierra.
-¿Es un tipo de agricultura ecológica?
-En principio sí. No utilizamos ningún químico. El abono es orgánico de gallina.
Albahaca y lechuga
-Y los niños y niñas del huerto, ¿qué tal lo llevan?
-Pienso que bien.
-¿No les ha llamado la atención?
-Ya sabes como son los niños. Desde el primer día lo ven cómo algo normal. De hecho, hace pocos días vino una madre a preguntarnos donde podía comprar paja porque las niñas les estaban diciendo que querían plantar en pacas.
Manuel Anxo Pardiñas, el coordinador del Huerto Infantil Ecológico, vitalista y desenvuelto, entusiasta del proyecto, se incorpora a la conversación.
-Manuel Anxo Pardiñas: Lo han normalizado, sí, pero filipan. No somos conscientes de lo que flipan hasta que llega una madre con esos comentarios. Llegan a casa y empiezan a contar todo lo que hacen, porque flipan.
-José Caneda: A veces no dicen ni mu aquí y en la casa lo cuentan todo.
-Manuel Anxo Pardiñas: Y hay algo curioso. Hai varios niños y niñas que, ya por hábito, traen los residuos orgánicos para el compostero. Las escuelas de balonmano de Xiria vienen aquí y una de las actividades que tienen es dejar los residuos orgánicos que producen.