Este viernes estará con nosotros la compañía Ghazafellos. Vienen con Non é país para cabaleiros, una historia de princesas que no quieren ser princesas y de caballeros que no tienen por qué ser valientes. Pepablo, uno de los miembros de la compañía, nos habla de la obra y de su trabajo. Prefiere etiquetar lo que hacen, más que como teatro infantil, como teatro para toda la familia, porque también l@s mayores disfrutan, y mucho, de estas historias sencillas pero con muchas lecturas y que llegan a todos los corazones.

-Sois ya un clásico de la programación teatral en Carballo…

-Sí, estuvimos en muchas otras ocasiones, en actuaciones en la calle y de interior, con cuentacuentos, en espectáculos grandes... Somos unos clásicos. Vinimos con Frankenstein, Nana para un soldado, Bon appettit, Contos para escagarriñarse, O País dos Mandóns… Casi todo nuestro repertorio lo representamos en Carballo.

-¿Y qué recuerdos guardáis de Carballo?

-En los espectáculos de interior encontramos un público muy acostumbrado al teatro. Da gusto ir porque la gente participa, está muy atenta… En los espectáculos de exterior es más abierto, con gente que para y mira. Se trata de un público cultivado. La gente es muy participativa y cariñosa.

-¿Qué nos vamos a encontrar en la obra de mañana?

-Es un espectáculo de calle, participativo y de corte medieval. Nos muestra a dos caballeros que se juntan para rescatar a una princesa. Pero la princesa ni quiere ni necesita ser rescatada, y hace un pacto con el público para darles un escarmiento a los caballeros, de modo que la historia da un giro de 180 grados.

-Sobre escena aparecen tanto títeres como personas…

-En los primeros diez o quince minutos, el espectáculo es fundamentalmente de títeres, y después es ya teatro de actores. Es una obra muy loca, muy gamberra, muy simpática.

-¿Qué pretendéis transmitir con esta historia?

-Desde Ghazafellos intentamos hacer pensar, abrir más puertas de las que puedan tener ya abiertas para que vean que hay más maneras de entender a las personas. Hablamos de una princesa que no quiere ser princesa, de caballeros que no tienen por qué ser valientes… Cada persona debe escoger su camino en función de lo que quiera, sin que nos condicionen nuestra manera de ser.

-¿Qué estáis haciendo ahora?

-Estamos colaborando con Magín Blanco en A nena e o grilo, y estamos preparando con María Canosa el espectáculo Acuario, en el que se mezcla el recital poético dramatizado con una historia para los niños con títeres. A finales de año estrenaremos en Narón Tres, dos, uno, una historia de amor entre una alienígena y un astronauta, en clave cómica y muy tierna.

-Sois de un pueblo, Narón, y venís a actuar a otro pueblo, Carballo. ¿uál es la importancia de los pueblos para nuestro teatro?

-Los pueblos crean público. Si ti no acostumbras al público a que vaya a una obra de teatro, si no lo cultivas desde la infancia, el teatro decae. Es el público lo que sostiene al teatro, al igual que los medios de comunicación. Políticamente tiene que haber una apuesta real por el teatro y por la cultura. Una sociedad con cultura es una sociedad más crítica y constructiva. En los pueblos funciona más el boca a boca, una noticia llega a más gente, y eso es importante para llegar al público.